lunes, 27 de agosto de 2012

LA PRINCESA CERDO



Hoy quería empezar con un título contundente y verídico porque aquí donde lo leeís el pasado 7 de agosto en la State Fair de Ohio la princesa cerdo fue la sensación del verano. Yo sólo tuve el placer de ver en la State Fair de Indiana a la princesa de la miel, Miss Indiana y un par más que desconozco el motivo de su reinado y después de 4 horas de feria empecé a sospechar que las bandas las repartían con las cajas de cereales. 

No sabía que Estados Unidos era un estado tan rural sólo pensaba que en ciertas zonas como Kansas la vida de campo estaba a la orden del día pero no es así. Cada uno de los 50 estados de Estados Unidos tiene una State Fair en la que compiten por tener el calabacín más grande, el melón más pesado o el cerdo más obeso. Cuestión de culturas supongo pero a mí que no me vendan la moto de que en Europa estamos más retrasados  porque no se lo cree nadie. Vale hay que admitir que USA tiene sus puntos positivos como su afán maniático psicótico por trabajar, dinero y gente brillante como Bill Gates o Neil Arsmtrong, el primer hombre que pisó la luna un 20 de julio de 1969 y que nos dijo adiós el pasado sábado. Este último era de Ohio y estudió en Purdue una de las  universidades más importantes de Indiana junto con la Indiana University. 

Aquí los universitarios se toman muy en serio su papel de yanqui estudiantes llegando a tener rivalidades extremas.  En cualquier tienda te puedes comprar unos calzones o unos patucos de la universidad de turno. Será que con lo las cifras astronómicas que pagan por estudiar en el “collage” les da para comercializar con el merchandising porque ¿para qué dedicar el dinero a una sanidad pública pudiendo comprar unas zapatillas de estar por casa de Purdue por 40 dólares?. Que cada uno cuide su cuerpo serrano en  casa que para eso es su body, hombre faltaría más .  Qué más da si 1 de cada 3 estadounidenses es obeso y si el gasto médico relacionado con el sobrepeso asciende a 147.000 millones de dólares al año si en las tiendas de la universidad las tallas están adaptadas para ellos. Contradicciones que no paran de chocarme y que no se si en el mes que me queda en Estados Unidos llegaré a entender. 
Siempre me quedará ser como la “pork princess” que besa al gorrino para ver si se convierte en... ¿un príncipe XXL? 


                                   

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